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Friday, February 5, 2016

Y-13







Y-13



Ya nada es como antes, ya no hay niños corriendo por los parques ni parejas tomadas de la mano caminando por las calles, ya no existen calles siquiera.

Creíamos que era el futuro, el siguiente paso, creíamos que estábamos llegando a lo más alto pero en realidad íbamos a lo más bajo, de regreso al inicio. Al punto cero.
Ya no hay nada más que silencio y oscuridad, un mundo roto gracias a nuestra arrogancia y sentimiento de superioridad.

Creamos máquinas capaces de hacer todo por nosotros; desde cuidar a nuestros hijos, hasta pasear a nuestras mascotas y hacer nuestra comida. Fue cuando comenzamos a perder contacto entre nosotros y perdimos todo.

Un modelo en especial, el Y-13 fue de los destacados, eran la mezcla perfecta entre programación y funcionalidad, servían perfecto de niñeros, mensajeros y compañía para aquellos que ya no podían valerse por sí mismos.
Cuando todo cayó, los Y-13 fueron los que siguieron en pie, ayudando a los pocos humanos que quedamos en este mundo destruido y contaminado, las demás máquinas por su tamaño y complejidad fueron descartándose poco a poco.

Pero uno en especial, uno que entre los escombros apenas vislumbraba un poco de “vida” esperaba ahí, enterrado y abandonado a que llegara su fin. Años antes un camión lo arrolló y destruyó gran parte de él, sería más caro repararlo que desecharlo, así que se fue con la demás basura y desperdicios.
Duró mucho tiempo ahí entre la suciedad, desde antes de la caída de nuestra sociedad hasta hoy en este futuro oscuro.

Hasta que un día alcanzó a ver a lo lejos a un pequeño ser que volaba entre los escombros y con la poca fuerza que le quedaba se levantó con apenas al 20% de su funcionalidad total y tambaleándose siguió a aquella mariposa, estaba programado para cuidar seres vivos pero sus averías no lo dejaban moverse fácilmente, comenzó a tener cortos y fallas, cada paso era una agonía y la mariposa se iba cada vez más lejos, pero la suerte le cambió cuando después de unos minutos logró alcanzarla, sólo quería un instante, un momento en el tiempo para tocarla y protegerla, el sol pudo hacerse espacio entre el polvo para acariciar la superficie donde estaba el pequeño robot, la mariposa volaba en círculos, en un mismo lugar y ese era el momento que buscaba, así que puso todo su esfuerzo para estirarse y tratar de rozarla apenas con un dedo pero no fue suficiente, todo fue en vano y su esfuerzo se vio por terminado cuando sus cables internos comenzaron a incendiarse, la poca batería que quedaba se comenzó a agotar rápidamente y los cortos circuitos se vieron reflejados cada vez más y más hasta que en un segundo todo se volvió negro, cayó de espaldas, la mariposa se alejó dejando a un pedazo de chatarra más dentro de un cementerio lleno de recuerdos y fantasmas de una vida anterior, de un mundo que pudo ser algo más grande pero se dio por terminado, dejando solamente un silencio abismal junto con un eco de visiones del pasado.

El Y-13 se queda observando al cielo, uno que hace muchos años fue testigo de grandes avances y momentos en la historia.

Uno que ya no existe más y es tan solo un cadáver sobre muchos.

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